Todos sabemos que los excesos alimenticios que se generan para los días de Navidad y Año Nuevo son un atentado al organismo.
Siempre, por poco que se tenga y en plena pandemia, solemos compartir con familiares y sorprender con la preparación de diversidad de platos, que en su mayoría, contienen muchas grasas, carbohidratos y azúcares.
Cerdo, guisos, pastas, asados y postres forman parte de las tradiciones, siempre dependiendo del país.
Lo conveniente sería prepararnos para el antes, y sobre todo, para el después de tanta buena comida, pero pesada.